A Enrique y Carmen les encanta Mallorca, por lo que decidieron hacer en la isla su rincón especial para poder llenarlo de momentos bonitos. La premisa era clara, querían una vivienda para disfrutarla y compartirla rodeados de gente.
Una parte muy importante de entender sus necesidades fue saber que la terraza y piscina tenían que ser una prolongación de la vivienda, ya que parte del encanto de Mallorca es poder estar al aire libre y disfrutar de la tranquilidad.
La vivienda se distribuye en 2 plantas. La entrada te sorprende, es un doble espacio en el que se encuentra la escalera que comunica con la planta de arriba, y si miras hacia arriba te encuentras con un techo de madera color pino, altísimo. ¡Una maravilla!
La estética general de la casa se basa en materiales de proximidad característicos de las islas, por lo que combina pared de piedra vista, pavimentos de piedra natural, etc, siempre dentro de una paleta de colores muy mediterránea.
- Vivienda unifamiliar de obra nueva
- Sa Ràpita